PRI Jalisco: ¿Imposición del centro o del Ejecutivo?
Independientemente de que Hugo Contreras permanezca o no hasta fin de año en la dirigencia del Comité Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), es un hecho que el relevo habrá de concretarse tarde o temprano.
Y la gran disyuntiva es: ¿será en la ciudad de México dónde se palomee al nuevo pastor priísta o se seguirá respetando el derecho de preferencia que tiene el jefe político de la entidad -en este caso del gobernador- para decidir al sucesor?
La tradición no escrita dice que el liderazgo político lo ejerce el gobernador emanado del PRI en cada estado. Y así se le ha respetado a Aristóteles Sandoval en Jalisco. Sin embargo, parece que las últimas decisiones -mal aconsejado por algunos de quienes lo rodean- no parecen haber sido las más afortunadas, pues sus dos delfines (Ricardo Villanueva y Chava Rizo) cayeron estrepitosamente.
Es por eso que algunos liderazgos con los que conversé piden un proceso de deliberación -no elección abierta- en el que se les escuche y se les tome en cuenta a todas las expresiones. Y otros, de plano, auguran que desde el centro vendrá la imposición.
Chava Rizo, la propuesta del Ejecutivo
Por lo pronto, el grupo del gobierno del estado, tiene la idea de proponer a Salvador Rizo Castelo como presidente estatal y a Mariana Fernández Ramírez como secretaria general.
Rizo viene de una derrota en Zapopan, la cual sorprendió porque, en términos futboleros, fue como ir ganando 3 a 0 al medio tiempo y perder 4 a 3 al final de los 90 minutos. Por ello, no falta quien critique la posibilidad de premiar a Rizo luego de su derrota.
Y en este arte consumado de la política mexicana que es la rumorología, ya suman en la baraja a personajes como Francisco Ayón López y Roberto López Lara. De entrada luce complicado mover a estos personajes de los espacios clave que actualmente ocupan, ya que esto representaría hacer otros enroques.
En esa cascada de movimientos hay quienes incluso vislumbrarían a Trinidad Padilla López como el perfil idóneo para convertirse en Secretario de Educación, en caso de que Ayón se fuera al PRI o la Secretaría General de Gobierno, en caso de que López Lara se fuera al partido. Hasta ahora son puras especulaciones.
Salgado, la pieza de Manlio
Y con la inminente llegada de Manlio Fabio Beltrones a la dirigencia nacional y en caso de una designación desde el centro, muchos dan por sentado que hay un personaje que fortalecería sus posibilidades de convertirse en el presidente estatal. Se trata de Abel Salgado Peña, quien para no dejar dudas de su cercanía con el próximo líder nacional subió este lunes una fotografía a su perfil de Facebook en la que aparece caminando y conversando con el ex gobernador de Sonora.
Salgado, como coordinador de los diputados federales de Jalisco en el Congreso de la Unión, tejió una relación de amistad con Beltrones, que era el coordinador de la bancada tricolor. De ese trabajo parlamentario se sobreentiende -aunque quizá eso no sea suficiente- que el sonorense tiene en estima al eterno aspirante a la alcaldía de Zapopan.
Pero insistimos, para que Salgado -que forma parte del grupo antagónico al que gobierna en la entidad- llegara a la dirigencia estatal, se necesitaría o de una designación del centro o de un verdadero trabajo de consenso con el grupo que gobierna el estado.
Abundan los nombres
Y en este asunto de la rumorología, en los últimos días han surgido al menos una decena de nombres de quienes podrían ocupar la dirigencia estatal. Muchos de ellos, a fuerza de ser sincero, no tienen la más mínima posibilidad.
Tal es el caso de Héctor Robles Peiro, a quien algunos quieren ubicar como aspirante, lo cual suena descabellado, tomando en cuenta que el municipio de Zapopan se le deshizo como quien intenta sacar la arena de la playa con las puras manos.
Otros que suenan son el ex magistrado electoral Rubén Vázquez -quien al emitir en un diario tronantes declaraciones contra el grupo del gobierno del estado anuló cualquier posibilidad de llegar a la dirigencia-, el ex presidente del PRI Guadalajara, Pablo García Arias, el todavía presidente del Atlas -cuyo único logro fue vender el equipo a TV Azteca- Eugenio Ruiz Orozco, el ex alcalde de Tlaquepaque, Alfredo Barba Hernández, y la diputada federal, Claudia Delgadillo.
Pero mientras cada quien hace su lucha, lo cierto es que primero se debe resolver la disyuntiva que planteábamos al arranque de esta columna. Si será o no el centro el que imponga, o si continuarán respetando el derecho de preferencia que tienen los liderazgos locales. O la tercera opción -de mayor complejidad pero de obvio beneficio-, que se logre tejer un consenso para una verdadera candidatura de unidad.
Entendiendo que una candidatura de unidad no es la que se mete a fuerzas, sino la que cuenta con el visto bueno de todas las corrientes.
Visto de esa forma, no la tienen fácil al interior del PRI.
Termómetro panista
Y ya como colofón, la cifra con la que Anaya se llevó la dirigencia nacional del blanquiazul fue demoledora. Y Jalisco no fue la excepción. El oriundo de Querétaro obtuvo en Jalisco 10 mil 411 sufragios y el senador Javier Corral Jurado apenas 3 mil 11 votos.
Huelga decir que esto es un termómetro de lo que podría ocurrir en la próxima contienda para elegir al nuevo presidente estatal del PAN. Muchos de los que quieren dar la campanada de vencer al grupo dominante de Jalisco, apoyaban a Corral. ¡Pero no le dieron ni 100 votos! ¡Le vendieron humo nada más!
El único que sí le respondió a Corral fue Juan José El Peri Cuevas, pues en Puerto Vallarta sí triunfó el senador chihuahense. También en El Salto operadores como el famoso Pato le dieron el gane a Corral. De ahí en fuera, todos los demás presumen de una fuerza que no se demostró en las urnas.
En contraste, el grupo del Comité Estatal y el del senador José María Martínez son los que siguen mostrando el músculo. Aún así, vencer a los rosalistas no será nada sencillo.
@julio_rios
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